4 de febrero de 2010

Navegando las aguas del sur


Después de varios días sin tregua de vientos, lluvia y frio, amanecí temprano como consecuencia del fuerte sol matutino; solitario, sin nubes alrededor.


Tomando unos mates con Willie, mirando por los grandes ventanales del Club, notamos que las condiciones del clima y del agua eran óptimas para salir a navegar.



Desde mi llegada al club, he estado rodeado de historias de navegación, siempre acompañado por un techo de kayaks, lo cual despertaban mi curiosidad natural por experimentar algo distinto a lo cotidiano; navegar, flotar sobre una superficie inestable.



Salimos a navegar en una canoa, impulsada por un pequeño motor con problemas de arranque y en el carburador; por las dudas cargamos un par de remos, no es ideal quedar varado en medio del rio, impulsados por la marea y el viento, rodeados de aguas demasiado frias para soportar sin un traje adecuado.

Por suerte el motor fue suficientemente amable, y, junto a la canoa, nos brindó un paseo súmamente agradable.

En el muelle del viejo frigorífico vimos un castor entretenido con la madera vieja del mismo, y también avistamos tres Garzas Bruja, las cuales suelen ser escazas en el norte de la isla.

Fue una gran experiencia, la cual espero repetir alguna vez. También me han dado ganas de salir a remar en kayak, lo cual espero poder aprender.

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