En mi camino de vuelta a la ciudad, Samuel, un chofer de transporte turístico me levantó en la ruta. Es oriundo del Chaco y hace 15 años vive en Ushuaia. Me comentó que casi el 90% de la población de dicha ciudad es norteña, buscadores del "sueño americano" en estas frías tierras del sur, que en algún momento ofrecían grandes oportunidades de trabajo -eso antes de que la población aumentara tanto.
Por la tarde visité el Museo del Fin del Mundo y la Antigüa Casa de Gobierno que funciona como extención del museo. Allé conseguí, aunque parcialmente, la respuesta a una pregunta que me hago desde pequeño "¿Por qué se llama Tierra del Fuego?" Un guía del museo contaba que no existe a ciencia exacta una versión correcta, así como con muchas otras cosas en la historia, son cuentos varios los que definen el nombre de la Isla; desde supuestos volcanes, la exploción de un gaseoducto natural, y hasta el vistaje de fogones de los indígenas locales. Más allá de la respuesta real, la cual no puede afirmarse, estos cuentos de folklore regional hacen a esta tierra más mística aún, lo cual me encanta.
6 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estoy leyendo 'Travels with Charley' de Steinbeck y no puedo dejar de compartir con vos estas palabras:
ResponderEliminar'...A journey is a person in itself; no two are alike.And all plans, safeguards, policing, and coercion are fruitless. (...) In this a journey is like marriage. The certain way to be wrong is to think you control it.'
Que sigas disfrutando de tu experiencia como viajero.
Besos,
Tu tía S.