18 de diciembre de 2009

A pasos de empezar...

Mientras más me acerco al inicio del viaje, más me acerco al final de muchas cosas que consideraba, hasta hace muy poco, certezas del día a día. Lo que hasta ahora me brindaba seguridad, potencia mis miedos; en otras palabras, me ayuda a tomar envión para pegar el salto que me separa de vivir lo que sueño.


Ayer por la tarde, durante la última reunión del año con mis compañeras de trabajo del Colegio Pedro Poveda, hablaba con una compañera, Belén, con la que comparamos este tipo de aventuras con la experiencia de lanzarse de un avión con un paracaídas; estoy cada vez más cerca del momento en que llegue a la altura correspondiente y una voz me diga: “Llegamos, ¡Salte muchacho!” No se con que me encontraré una vez que salte, no se que pasará mientras caiga, ni cuando abra el paracaídas, y mucho menos dónde y cómo aterrizaré, no se, no se… pero, pronto, muy pronto, saltaré.
Gracias a todos y todas por la fuerza que me brindan en el día a día con sus palabras de aliento y deseos positivos.

3 comentarios:

  1. Mati no tengas miedo, si no lo haces toda tu vida te vas a preguntar ¿y si lo hubiera hecho...?
    Esperamos este momento con las mismas anciedades y miedos que vos, no te preocupes que todos vamos a estar pensando en vos...
    Lalo

    ResponderEliminar
  2. Até la pulsera a mi mochila! Gracias por las palabras de aliento!! abrazo grande

    ResponderEliminar