14 de enero de 2010

Ruta Nacional 3


Dejé Ushuaia caminando por la Ruta 3. A los 3Km de la puerta de la ciudad, crucé un arroyo y pasé la noche al pie de Monte Olivia. Allí caminé entre bosque acompañado por un arroyo producto del deshielo. Llegué a un salto, importante por ser un arroyo, y pude vivir algo único, sentarme entre la pared de piedra y el salto; el agua cayendo por encima de mi cuerpo, con su sonido esplendoroso y mágico encanto.
Al día siguiente caminé más de 35km por la ruta.

El talón de aquiles de mi pie izquierdo me pedía a gritos que parara a descansar, que pasara la noche en algún lado, y continuara al día siguiente. Al aproximarme al último de los centros invernales donde poría armar la carpa y dormir, a metros nada más del lugar, escuché un bocinazo amigable que me invitó a detener mi marcha y voltear mi rostro con expresión agotada. En una camioneta cargada con picos y palas, cuatro hombres trabajadors de campo sonrieron y me invitaron a subirme. "¿Dónde vas, amigo?" Esas tres palabras fueron suficientes para que mi talón dejase de doler. Como salidos de una nube, como si hubiese llamada a una agencia de transporte, sin explicación, estos amables y simpáticos trabajadores me llevaron hasta Tolhuin. No sólo me ahorraron caminar dos días más hasta la ciudad, sino que también me ahorraron riesgos, ya que al pasar en la camioneta por ciertas parte de la ruta ví muchas curvas sin banquina y con muchos camiones transitándola.
Estos cuatro ángles, cansados después de un día de trabaja, me llevaron hasta el centro de Tolhuin.
En el centro se encuentra "La Unión", panadería popular y conocida en todo el mundo. Allí comí pan, empanadas y bolas de fraile con dulce de leche, para recuperar las varias calorías perdidas en el día.
Con el estomago lleno y el corazón contento, me dirigí a la zona de cabañas, en busca de una zona de acampe, la cual no hay en la ciudad.
Alejado del centro, ví a un hombre salir de su humilde casa de madera de unos ocho metros cuadrados, decidí preguntarle sobre alguna zona de acampe. De inmediato, me ofreció el terreno descampado frente a su casa, No se si le va a parecer cómodo, pero si gusta, puede poner la carpa aquí donde estará más reparado". "Hogar, dulce hogar" pensé. Así, encontré un lugar rodeado de árboles, alejado lo suficiente del ruido pero no demasiado como para caminar ahorrando mis energías para la ruta. Ese terreno descampado será mi hogar por unos días, hasta que decida seguir viaje.

4 comentarios:

  1. mati te siguo de donde puedo y como puedo. Ahora estoy en new zeland y segun el cambio de hora hoy es el comple de beli.
    Me alegro de que la estes pasando bien, me di cuenta por la foto de que te pusiste aritos!!!!!. Cuando te los pusites y donde??? no importa te quedan bien....
    bueno por lo menos pude escribirte un poco, me quedo tranquilo.
    chau lalo

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  2. Hola Lalo! Mandale un saludo de feliz cumple a Beli. Uno de los aros lo tengo hace más de 5 años, el otro me lo hice antes de salir al viaje.
    Me alegro que estes viajando y conociendo esos paises de película.
    abrazo grande

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  3. Talon de aquiles hinchado, corazon contento... buena transa ;0)

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