Caminando por los chicos

Hace un par de semanas tuve una nueva experiencia, hablar frente a una cámara, sin poder mirar a los ojos de la persona que me entrevistaba. Con un par de luces en cada costado, simulando un día extremadamente soleado, viví una nueva experiencia emocionante, distinta a lo que estoy acostumbrado, compartiendo las horas de grabación con dos personas muy simpáticas y entusiasmadas en lo que hacen por los chicos. Gracias Leo Adef y Marino por la buena onda y por haber formado parte de este nuevo aprendizaje.
Dejo el programa de abril de Por Los Chicos, en el cual aparece el producto final de la misma:

Por Los Chicos Cerca. #2: Abril from leo adef on Vimeo.

Ha llegado el momento de partir nuevamente; un nuevo final, para un nuevo principio. Me despido de un Buenos Aires golpeado por grandes piezas de hielo que cayeron sin mucho tiempo de reaccionar. Tejas rotas, suben los precios; vidrios rotos, suben los precios; ventanas rotas, suben los precios. Imagino que más de un comerciante, con su auto bajo techo, habrá estado haciendo números del potencial ingresó tras el caos meteorologico; dejando esos casos de lado, observé una unidad entre la gente, entre vecinos, amigos, familiares, desconocidos, todos conversando y brindandose apoyo entre sí. Lejos de la realidad cotidiana, de pasos acelerados, individualismo, egoísmo y oportunismo. Me voy con una imágen de la cual alguien citó una frase de Borges "No nos une el amor sino el espanto", una foto de gente conversando sin miedo a lo que el otro es o deja de ser, sin prejuicios ni soberbia, sin temores ni violencia. Sueño con el día en que esta frase pueda invertirse a "No nos une el espanto sino el amor".
Esta tarde subiré a un omnibus con destino a San Salvador de Jujuy; de allí seguiré subiendo hasta La Quiaca, lugar donde daré inicio a mi travesía "Caminando por los chicos". Buena vida y hasta que nuestros caminos se crucen.